15 de septiembre de 2009



--------------------------------------------------------------------------------
Figuras con pasta de sal
Ofrecen acabados muy realistas y son fáciles de moldear



La pasta de sal es una de las masas más fáciles de elaborar. Recuerda a la plastilina y, con ella, se pueden realizar figuras variadas que sorprenden por la sencillez con que se modelan. Si se trabaja con las manos, es cierto que conviene tener una pizca de destreza, pero también se puede optar por emplear moldes, que permiten acabados muy realistas con trabajos de poca dificultad.

Cómo elaborar la masa
Como su propio nombre indica, la sal es el principal ingrediente de esta pasta. Pero no el único. Para adquirir su textura definitiva necesita la ayuda de otros tres colaboradores: agua, harina y aceite. La cantidad que debe emplearse es, aproximadamente, dos vasos de harina, un vaso de sal, otro de agua y una cuchara de aceite o glicerina. Estos ingredientes se mezclan en un cuenco hasta obtener una pasta, que no debe ser demasiado líquida -conviene agregar el agua poco a poco-. Cuando la pasta se desprenda fácilmente de las paredes del cuenco y no se pegue a las manos, estará lista para trabajar con ella.

Se puede guardar hasta dos días en el refrigerador sin perder sus propiedades
En cuanto a la conservación, durante el trabajo hay que mantener la pasta de sal "en una caja hermética de plástico para que no se seque", explica Arlette Martín, responsable y creadora de Arteazul. Además, si no se emplea toda la masa, se puede guardar hasta dos días en el refrigerador sin que pierda sus propiedades (en una bolsa de plástico). Para que sea útil, la pasta de sal debe tener una textura similar a la masa de pizza o pan. "Si utilizamos sal gorda, la textura será más rugosa", apunta Arlette.

Si la pasta va a ser utilizada por niños, se puede conseguir una masa más elástica con la mezcla de 2 tazas de harina con un poco de levadura, 1 taza de agua, 2 cucharas soperas de aceite y 4 cucharas de café de "blanco de españa", una masa similar al yeso que se emplea para blanquear. Estos ingredientes se cuecen en un cazo a fuego muy suave y, cuando la pasta no se pegue y forme una bola, se deja enfriar.

Consejos
Modelar con pasta de sal no es difícil. A pesar de los resultados, la técnica sorprende por su sencillez. Se puede dar forma a pequeñas figuras, tazones, sombreros, pulseras, collares... En todo caso, el éxito de un objeto hecho con pasta de sal "depende enteramente de su cocción: hay que secar las figuras en el horno, a unos 120 ó 150 grados, por lo menos durante 30 minutos", recomienda Arlette. El tiempo de horneado depende de aspectos como el grado de humedad o el grosor de cada pieza. Para modelados pequeños y frágiles, se puede trabajar directamente sobre papel para horno. De esa manera, basta con deslizar el papel sobre la placa. "Así evitamos manipular el pequeño modelado", precisa la responsable de Arteazul.

El éxito de un objeto depende de su cocción: a unos 120 ó 150 grados en el horno durante 30 minutos
Una vez que las figuras están secas hay que pintarlas. Si se quieren obtener tonos suaves, lo más recomendable es utilizar acuarelas. Si se prefieren los tonos vivos, hay que decantarse por pinturas acrílicas (con agua). También se pueden emplear colorantes que se mezclan directamente con la masa. El último paso del proceso consiste en barnizar las piezas para protegerlas del polvo y la humedad. El barniz suele ser el mismo que se emplea para madera (mate o brillante) o en spray. Con tres capas es suficiente.

Pasta de papel
Una alternativa a la pasta de sal puede ser la pasta de papel. No obstante, según Arlette Martín, se trata de dos técnicas "completamente diferentes". La segunda permite "trabajos grandiosos y duraderos", pero requiere una preparación más compleja a base de papel, agua y cola. Es lo que se conoce como "papel maché" o machacado.

Su plasticidad y resistencia al paso del tiempo permite realizar muebles de grandes dimensiones
Su principal característica es que resiste muy bien el paso del tiempo y sus cualidades plásticas, similares a las del barro, permiten creaciones de grandes dimensiones. Incluso se pueden construir muebles con pasta de papel.

El papel más empleado en la elaboración de la pasta es el papel de periódico, que se puede cortar en tiras o en trozos pequeños, pero sin emplear tijeras. Los cortes se deben hacer siempre con las manos, ya que así el papel conserva en los bordes unos flecos muy finos que, por su capilaridad, absorben el agua y la cola. Hay dos posibilidades: sumergir las tiras de papel en una mezcla de cola con agua caliente o empapar trocitos de papel en agua caliente, escurrir y añadir agua y cola en polvo.

mi pequeño tesoro



Hola ! hoy quiero compartir con ustedes
mi hermoso y valioso tesoro
con ustedes los niños mas
preciosos del universo

dieta mediterranea






El valor preventivo de la dieta mediterránea
Las mujeres con una mayor adherencia a este patrón alimentario tienen menos riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares

El efecto preventivo de la dieta mediterránea sobre la enfermedad coronaria es conocido por todos pero, hasta el momento, era poca la información que teníamos acerca de su papel protector en el accidente vascular cerebral. Ahora una investigación concluye que cuanto más se sigue este tipo de dieta, menor es el riesgo de sufrir un ictus.


Cada año, millones de personas en todo el mundo fallecen a consecuencia de un ictus cerebral, primera causa de muerte entre las mujeres y segunda, tras el infarto cardiaco, entre los hombres. Recientemente, un trabajo publicado en "Circulation", una de las revistas oficiales de la Asociación Americana del Corazón, evidencia que cuanto mayor es el grado de adherencia a la dieta mediterránea, menor es el riesgo de sufrir enfermedades tanto cardiovasculares como cerebrovasculares.

Más beneficios para la salud
Desde que en los años 50 el famoso "Estudio de los siete países" de Ancel Keys revelara unas tasas de mortalidad coronaria inferiores en los países de la cuenca mediterránea respecto a los del norte de Europa, la evidencia de los beneficios que proporciona la dieta mediterránea para la salud se ha mostrado consistente. Así, desde entonces, dichos beneficios se han centrado de forma casi exclusiva en el ámbito de la prevención y tratamiento cardiovascular.

La dieta mediterránea se podría definir como una filosofía que incluye también un estilo de vida activa y costumbres relacionadas con el clima
Sin embargo, en los últimos años, se ha estado ampliando el espectro de estudio. En este sentido, un artículo reciente publicado en el "British Journal of Nutrition", realizado con una muestra de individuos españoles, revela una mejor percepción de salud mental y física cuanto mayor es el grado de adherencia a la dieta mediterránea. Otros trabajos apuntan a un rol beneficioso de este tipo de alimentación en la incidencia y mortalidad por cáncer, en el riesgo de sufrir enfermedades pulmonares, asma y alergias e, incluso, en la incidencia de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y el Alzheimer, así como en el mantenimiento de la masa ósea.

Menos incidentes cerebrovasculares
En el marco de estas nuevas investigaciones que indagan sobre nuevos aspectos beneficiosos de la dieta mediterránea, se encuentra la famosa cohorte de estudio de las enfermeras americanas, compuesta por casi 75.000 mujeres. Este grupo ha sido seguido durante 20 años para valorar, entre otros muchos aspectos, el grado de seguimiento de la dieta mediterránea y, paralelamente, la aparición de incidentes cardiovasculares y cerebrovasculares.

Los resultados han sido claros y evidentes: las mujeres que mostraron una mayor adherencia al patrón alimentario clásico de esta dieta presentaron menor riesgo de sufrir incidentes cardiovasculares y también cerebrovasculares, así como también una menor mortalidad por enfermedad cardiovascular. Este hallazgo, es decir, la disminución del riesgo de sufrir un accidente vascular cerebral, supone la confirmación de aquello que hasta ahora se intuía, pero que no se había estudiado en profundidad, y que en última instancia supone un nuevo beneficio que añadir a la ya larga lista de consecuencias saludables de la dieta mediterránea.

Los alimentos de la dieta mediterránea
Aunque no existe un consenso exhaustivo sobre los componentes que caracterizan la dieta mediterránea, se puede afirmar que ésta se basa en la abundancia de alimentos de origen vegetal como:

El pan y otros derivados del trigo (pasta, cuscús y panes de pita).
Las legumbres, como garbanzos, lentejas, judías secas, habas y guisantes.
Los frutos secos (nueces, avellanas, almendras, piñones...).
Las frutas, verduras y hortalizas.
El aceite de oliva.
En cuanto a los alimentos de origen animal, destacan:

El pescado, que goza del mayor protagonismo.
Los derivados lácteos y los huevos.
Una menor cantidad y frecuencia de carne, de manera preferente, ave.
Tras el agua, el vino es la bebida mediterránea por excelencia y se toma, por tradición y costumbre, durante las comidas.

No hay que olvidar que la dieta mediterránea no es sólo un patrón alimentario, sino que se podría definir como una filosofía de vida basada en costumbres milenarias de los habitantes de la cuenca mediterránea. Incluye, por lo tanto, un estilo de vida activo, una determinada manera de entender las relaciones sociales, y prácticas y costumbres relacionadas con el clima, entre otras.

COMPOSICIÓN NUTRICIONAL

- La composición nutricional y la combinación de alimentos que caracterizan la dieta mediterránea son dos factores responsables, al menos en parte, de los múltiples beneficios que se le otorgan a este patrón alimentario desde el punto de vista de promoción de la salud. En general, se puede afirmar que ofrece una relación cuantitativa adecuada, tanto de macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas), como de micronutrientes (vitaminas y minerales).

Además, desde la vertiente cualitativa, la dieta mediterránea es fuente de sustancias de gran interés nutricional, como por ejemplo las grasas monoinsaturadas del aceite de oliva, o las poliinsaturadas del pescado azul y los frutos secos, sin obviar la rica composición en antioxidantes y fibras provenientes de las frutas, verduras y hortalizas, con un papel clave en la prevención de determinadas enfermedades crónicas.




--------------------------------------------------------------------------------