1 de abril de 2010

aceites esenciales




Como comprar aceites esenciales de calidad


Es necesario contar con un producto que contenga la certeza de su calidad y que no solo sea un producto que huele agradablemente. Aquí es donde la perfumería y la Aromaterapia se separan.Lo primero que debemos hacer es consultar la etiqueta: es ahí donde se encuentra la información sobre la planta de la cual se extrajo el aceite esencial, así como la información de la empresa que lo comercializa.
Al leer la etiqueta debemos poner atención sobre algunos puntos importantes
El nombre común, así como también el nombre botánico. Esto nos da certeza sobre su correcta identificación, por lo tanto sobre su utilidad terapéutica
En la etiqueta también puede encontrarse la información del contenido: asegúrate que sea 100% aceites esenciales. A veces se emplean Aceites Vegetales como Aceite de Maíz, de Soya, de Cártamo, de Ajonjolí. Estos producto no son malos, pero ese es más un producto para masaje que un aceite esencial. Además estos son lo que hacen rancio el producto al cabo del tiempo.
Y finalmente la empresa. Debemos asegurarnos que sea una empresa que asegure el correcto almacenaje, distribución y envasado del los aceites esenciales. Jamás en plástico, sin inserto cuentagotas. Se envasan en frasco de vidrio oscuro: ámbar y azul cobalto son los más frecuentes.
Que aceites esenciales tener a la mano
En el mercado existen más de 200 disponibles. ¿Cuales son los mejores para disfrutar de los usos de los aceites esenciales en el hogar? Mucho depende del gusto aromático de cada persona. Y por supuesto de lo cada uno tenga como información. Sin embargo, 5 aceites esenciales pueden ser considerados de mucho apoyo para emergencias caseras, así como para crear ambientes muy agradables que favorezcan la relajación, el descanso, la introspección.
Lavanda (Lavandula officinalis): este aceites esenciales esta considerado como el buen trabajador, ya que es versátil, muy versátil. A la mayoría de las personas les gusta el aroma. Se emplea para piel, en quemaduras leves, dermatitis de contacto, heridas leves, así como en rozaduras. Para la mente y las emociones resulta sedante, por lo que debe ser una primera elección en insomnio, intranquilidad, ansiedad y nerviosismo. Combina para esto último muy bien con los cítricos, tales como bergamota, mandarina y naranja. Se emplea básicamente en piel y para agregar a difusor, tina de baño y brisas. Es muy bueno en masaje de relajación.
Eucalipto (Eucaliptus globulus): el aroma de este aceite esencial nos resulta muy familiar y por lo tanto muy fácil de emplear en el hogar. Su utilidad más sobresaliente es en las infecciones del tracto respiratorio alto, tales como gripa, amigdalitis, resfriados, sinusitis. Se emplea en forma de inhalaciones, aspersiones, en masaje de pecho y espalda y en facial sobre y alrededor de la nariz. Una utilidad poco conocida es la habilidad que tiene para refrescar, lo que se hace muy útil en habitaciones muy calurosas o en climas muy extremos. Aplicado sobre un gel, o en baños o compresas es útil incluso para bajar la fiebre. También se emplea como insecticida, especialmente contra los mosquitos. Para ello poner en la habitación en un difusor.
Árbol del Té (Melaleuca alternifolia): conocido también por su nombre en inglés, Tea Tree. Es un potente antiséptico, por lo que es siempre, la primera elección en infecciones de cualquier tipo: de bacterias, de hongos, de virus, de insectos ectoparásitos la sarna o incluso los piojos. Se emplea aplicando externamente en un aceite portador o en crema o pomada para problemas dérmicos. En baños de pies para pie de atleta; en inhalaciones para infecciones respiratorias (asociado al aceite esencial de Eucalipto) y también pueden prepararse gargarismos para amigdalitis, piorrea, aftas bucales. Además, en la práctica clínica, se ha visto que es un potente regulador de la actividad inmunológica, por lo que su empleo frecuente puede ayudar a crear un balance poco a poco en el organismo, por lo que las enfermedades infecciosas de repetición dejaran de serlo. Para ello conviene asociarlo con el aceite esencial de lavanda.
Romero (Rosmarinus officinalis): un levantador anímico y de todas las funciones corporales. El que aporta esa energía extra que te falta para terminar una actividad. Tiene un aroma alcanforado, que para algunas personas recuerda a las medicinas de la abuelita. ¡Un olor viejo! Y como no, si el romero es una de las plantas con registros medicinales más antiguas. Sirve para "apurar" la actividad corporal, por lo que se emplea en desgano, fatiga, falta de empuje, y en el cuerpo para retención de líquidos, falta de tono muscular, digestiones lentas. En suma, ¡para cuando hay flojera!! Para emplearlo adecuadamente aplica sobre crema, pomada, aceites para masaje y en difusor o baño de tina matinal: te lleva con energía a cualquier parte. Consejo: mezcla con aceite esencial de Eucalipto para salir más energizada de la gripa y con aceite esencial de Árbol del Té por su efecto antiséptico. PRECAUCIÓN: este aceite esencial no debe emplearse en personas hipertensas.
Geranio (Pelargonium graveolens): una delicia Floral, femenino, suave. Es un regulador suave de las hormonas, especialmente las femeninas. Se emplea en el síndrome de tensión premenstrual, en menstruaciones irregulares, dolor de senos por retención de líquidos, en menstruaciones dolorosas. Emocionalmente para dolor de cabeza por estrés, falta de autoestima femenina, depresión. Calmante y reforzador del ánimo. En la piel también tiene utilidad, ya que es un suave tónico, que ayuda en varices leves, falta de circulación en heridas y raspones. Úsalo junto al aceite esencial de lavanda. Y mézclalo en una crema para uso cotidiano que al mismo tiempo que actúa a nivel físico y emocional, te provee de un perfume sensacional.
La intención al presentar estos aceites esenciales, es que entre ellos se pueden mezclar muy armónicamente, por lo que con una inversión pequeña, los recursos se multiplican. Una vez que tengas los aceites esenciales en casa, conoce primero como huele cada uno. Después ve oliendo juntos 2 cada vez para que identifique como huele cada mezcla. Al final será muy fácil añadir aquellos que además de satisfacer el gusto aromático, cumplen con los requisitos para uso terapéutico. Y una vez que estos sean compañeros y conocidos, podrás mas fácilmente ir adquiriendo los que te vayan interesando.
Manos a la obra y a disfrutar de un camino aromático muy agradable: olfativa y terapéuticamente. Esperamos que este artículo os haya ayudado a conocer los usosde los aceites esenciales en el hogar.
Eva Obregón Domínguez
Bióloga y Aromaterapeuta, Instituto Mexicano de Aromaterapia IMA
Colaborador de enbuenasmanos.com

La vida


La vida es como una gran carrera de ciclismo, cuya meta es hacer realidad la Leyenda Personal.
En la salida partimos juntos, llenos de camaradería y entusiasmo. Pero, a medida que la carrera se desarrolla, la alegría inicial deja su lugar a los verdaderos desafíos: el cansancio, la monotonía, las dudas sobre la propia capacidad.
Nos damos cuenta de que algunos amigos ya han desistido, y de que otros apenas siguen corriendo porque no pueden parar en mitad de una carretera. Estos son numerosos, y todos pedalean al lado del coche de apoyo, conversan entre sí y cumplen una obligación.
Terminamos por distanciarnos de ellos; y entonces nos vemos obligados a enfrentar la soledad, las sorpresas con las curvas desconocidas, los problemas con la bicicleta. En un momento dado, tras algunas caídas sin tener a nadie cerca para ayudarnos, terminamos preguntándonos si vale la pena tanto esfuerzo.
Sí, sí que vale la pena. Tan sólo hay que persistir.


Paulo Coelho

El sapo y el agua



Un abogado amigo mío, Renato Pacca, me envía un texto interesante: varios estudios biológicos demuestran que un sapo colocado en un recipiente con el agua de su propia laguna, se queda inmóvil mientras estamos calentando el líquido. El sapo no reacciona al gradual aumento de la temperatura (cambios de ambiente) y muere cuando el agua hierve, hinchado y feliz.
Por otro lado, otro sapo que dejemos caer en ese mismo recipiente con el agua ya hirviendo, saltará fuera inmediatamente. Medio chamuscado, ¡pero vivo!
En ocasiones, somos sapos hervidos. No nos damos cuenta de los cambios. Nos parece que todo marcha muy bien, o que lo que no anda bien va a pasar, que es sólo cuestión de tiempo. Estamos a punto de morir, pero nos quedamos flotando, estables y apáticos, en el agua que no deja de calentarse minuto a minuto. Acabamos muriendo, hinchaditos y felices, sin haber llegado a sentir los cambios que se producían a nuestro alrededor.
Hay sapos hervidos que aún creen que lo fundamental es la obediencia, y no la competencia: manda quien puede, y obedece quien tiene juicio. En definitiva, ¿dónde está la vida de verdad? Es mejor salir medio chamuscados de una situación, pero vivos y listos para la acción.


pablo cohelo