30 de septiembre de 2009

el deseo


Quien se atreve a tener un proyecto en su vida, quien tiene el valor de dejarlo todo para vivir su Leyenda Personal, acabará logrando sus objetivos. Lo importante es mantener el fuego en el corazón, y tener resistencia para superar los momentos difíciles.

Recuerden: el deseo que está en nuestra alma no vino de la nada; Alguien lo puso allí. Y este Alguien, que es puro amor y sólo desea nuestra felicidad, sólo hizo eso porque nos dio, junto al deseo, las herramientas para hacerlo realidad.



La subida arriesgada

Durante una tempestad, el peregrino llega a un albergue, y el dueño le pregunta adónde se dirige.

-Voy a las montañas- responde.

-Olvídelo – dice el dueño-. Es una subida peligrosa, y el tiempo no acompaña.

-Iré de todas formas –responde el peregrino-. Si mi corazón ya ha llegado allí, no será difícil que este cuerpo lo siga.



¿Cuál es el precio?

-¿El precio de vivir un sueño es mucho mayor que el de vivir sin arriesgarse a soñar? –preguntó el discípulo.

El maestro lo llevó a una tienda de ropa. Allí, le pidió que se probase un traje que era exactamente de su talla. El discípulo obedeció, y se quedó maravillado con la calidad de la ropa.

A continuación, el maestro le pidió que se probase el mismo traje, pero de una talla mucho mayor a la suya. Y el discípulo así lo hizo.

-Éste no sirve. Me está demasiado grande.

-¿Cuánto cuestan estos trajes? –le preguntó el maestro al vendedor.

-Los dos tienen el mismo precio. Sólo se diferencian en la talla.

A la salida de la tienda, el maestro le comentó a su discípulo:

-Vivir el sueño, y abandonar el sueño, también tienen el mismo precio, muy caro en ambos casos, generalmente. Pero la primera actitud nos lleva a comulgar con el milagro de la vida, mientras que la segunda no nos sirve para nada.



La búsqueda del camino

– Estoy dispuesto a dejarlo todo. Por favor, acépteme como su discípulo.

– ¿Cómo escoge un hombre su camino?

– A través del sacrificio. Un camino que exige sacrificio es un camino verdadero.

El abad se tropezó con una estantería. Un jarrón rarísimo saltó de su lugar, y el joven se arrojó al suelo para agarrarlo. Cayó con una mala postura y se rompió el brazo, pero logró salvar el jarrón.

– ¿Qué sacrificio es mayor: ver el jarrón hecho trizas, o romperse el brazo para salvarlo?

– No lo sé.

– En ese caso, no pretendas que el sacrificio determine tu elección. El camino se elige por nuestra capacidad de comprometernos con cada paso que damos mientras lo recorremos.



El discípulo embriagado

Un maestro zen tenía centenas de discípulos. Todos rezaban cuando había que hacerlo, excepto uno, que se pasaba el día borracho.

El maestro fue envejeciendo. Algunos de los discípulos más virtuosos comenzaron a discutir quién sería el nuevo líder del grupo, quién acogería los importantes secretos de la Tradición.

En la víspera de su muerte, sin embargo, el maestro llamó al discípulo borracho y le transmitió a él los secretos ocultos.

Un auténtico sentimiento de rebelión se apoderó de todos los demás.

-¡Qué vergüenza! – gritaban por las calles -. Todo este tiempo nos sacrificamos por un maestro equivocado, que no sabe valorar nuestras cualidades.

Escuchando la algarabía que había fuera, el maestro agonizante comentó:

-Yo necesitaba transmitir estos secretos a un hombre que conociese bien. Todos mis alumnos eran muy virtuosos, y sólo mostraban sus cualidades. Eso es peligroso, pues la virtud en muchas ocasiones sirve para esconder la vanidad, el orgullo, o la intolerancia.

Por eso elegí al único discípulo que conocía realmente bien, puesto que podía ver su debilidad: la bebida.

stress



Que el estrés acelera el envejecimiento es algo que parece probado. Una vida más relajada, tranquila, organizada nos ayudará a mantenernos jóvenes. El envejecimiento es algo natural pero debemos evitar que el estrés lo acelere, el artículo nos aconseja.


El envejecimiento
Como el premio Nobel Linus Paulin dijo, "La muerte es innatural... teóricamente el hombre es bastante inmortal, ya que tiene la capacidad de auto-repararse"; esto lo notamos cada vez que nos recuperamos de una herida o de una enfermedad. Entonces, ¿Por qué envejecemos? Sobre los mecanismos y factores genéticos y metabólicos a la base del proceso de envejecimiento que experimenta nuestro cuerpo con el transcurrir de los años aun no existe un claro consenso. De todas formas, independientemente de las causas de este proceso, el envejecimiento es la perdida progresiva de capacidad de nuestro cuerpo de actuar y funcionar eficazmente, es decir que sus órganos y sistemas, como por ejemplo el corazón, los huesos, los músculos, las articulaciones, la piel, los sentidos, el sistema inmunitario, etc. empiezan a funcionar de manera menos eficiente: la piel pierde su elasticidad, la vista se hace mas borrosa, los músculos tardan más en regenerarse, el sistema inmunitario es mas débil, etc.

Si en la práctica es imposible no envejecer, a menudo nos preguntarnos por qué hay gente que parece envejecer menos rápidamente que su edad. Todos conocemos personas que aparentan una edad inferior a su verdadera edad cronológica. Lo que no sabemos es si esto sea debido a pura suerte, a aspectos genéticos o ambiéntales o bien si sea posible conseguirlo de manera voluntaria.

Edad cronológica y edad corporal
Hoy en día existen varios test que miden la diferencia entre la edad cronológica y la edad corporal, es decir la que demostramos. Esta diferencia es tanto mayor cuanto más rápidamente nuestro reloj biológico interno establece el ritmo de envejecimiento para nuestro cuerpo. Si el reloj biológico va demasiado veloz, nuestro cuerpo envejece más rápidamente que nuestra edad cronológica; al contrario, si el reloj biológico va lento, nuestro cuerpo envejece menos rápidamente y acabamos aparentando menos años de los que tenemos.

Pero, ¿Es posible ralentizar voluntariamente la velocidad de nuestro reloj biológico interno para así envejecer más lentamente? Según los expertos, al menos en parte, esto es posible porque, si por un lado el ritmo de envejecimiento depende de factores no controlables por el individuo, como ambiente, enfermedades, accidentes, condiciones de vida, genética, etc. por otro lado depende también de varios factores que, en parte, un individuo puede controlar, como por ejemplo las costumbres alimenticias, los ritmos de vida, las tensiones emocionales y sobre todo el estrés.

El estrés acelera el ritmo de envejecimiento
Dado que el estrés predispone, vuelve crónica y acelera todo tipo de enfermedad e ineficiencia física debilitando el sistema inmunitario, desminuyendo la vitalidad, creando problemas fisiológicos a varios órganos y sistemas del cuerpo y causando sobre-exposición a enfermedades, acaba acelerando la perdida de funcionalidad de nuestro cuerpo y el reloj biológico interno.

Esto nos sugiere que un bajo nivel de estrés y su manejo eficiente pueden reducir de manera significativa la velocidad de envejecimiento, ya que actúan sobre aquellos factores que influyen sobre el ritmo de nuestro reloj biológico interno y que podemos ágilmente controlar. La prueba de eso está frente a nuestros ojos: la gente que aparentar menos años que su edad cronológica no está estresada, porque consigue altos niveles de vitalidad y un eficiente manejo de estrés. Si consigues lo mismo, tienes muy buenas posibilidades de ralentizar tu ritmo de envejecimiento.

La reserva vital
Para explicar el fenómeno del envejecimiento, el Dr. Selye, padre de los estudios sobre el estrés, solía también usar el concepto de reserva vital, un depósito "bancario" de energía y vitalidad que adquirimos por genética al nacer. Cada vez que necesitamos energía para enfrentarnos a los retos y actividades diarias, usamos parte de esta reserva y el mecanismo fisiológico del estrés nos permite hacerlo de manera productiva; sin embargo, cada vez que la usamos desminuimos la reserva vital y lamentablemente, según Selye, no podemos ingresar en ella nueva energía para reintegrarla. Así que si por un lado la cantidad de energía contenida en la reserva vital depende de factores biológicos y genéticos, por otro lado su duración depende de la intensidad con la cual la gastamos.

Escribía Selye: "Podemos desperdiciar nuestra vitalidad sin ningún criterio o podemos hacer que dure mucho tiempo, usándola con cautela y solo para cosas que merezcan la pena y que provoquen el menor estrés posible". En otras palabras, la vida es un proceso que quema poco a poco nuestra reserva vital, moviendo las agujas de nuestro reloj biológico. Cuanto más rápidamente consumamos esta reserva, más rápidas se moverán las agujas. Una vez más, la solución a esto reside en un eficiente manejo del estrés, tal como sugería Selye: "Debemos aprender a seguir un código de conducta que transforme el distress en eustress", es decir que transforme el estrés negativo en estrés usado positivamente.

El manejo eficaz del estrés es la clave
Tanto si pensamos al envejecimiento en términos de reloj biológico como de reserva vital, el manejo eficaz del estrés ofrece hoy en día una de las medidas más eficaces para ralentizar el ritmo de las agujas y el consumo de la reserva de energía, aumentando nuestras posibilidades de envejecer a una velocidad menor que nuestra edad cronológica para mantener una aspecto y una eficiencia corporal lo mas "jóvenes" posible... mientras nos hacernos adultos o mayores.

croquetas de zanahoria

Ingredientes de las croquetas de zanahoria
1/2 kg. de zanahorias.
1/2 cebolla pequeña bien rallada.
1 patata o papa.
1 huevo.
Harina o pan rallado.
Pan rallado.
Pimienta negra molida.
Aceite.
Sal.
Elaboración de las croquetas de zanahoria
Cocinaremos al vapor las zanahorias y la patata o papa.
Luego las pisaremos bien con un tenedor hasta que queden convertidas en puré.
Previamente habremos dorado la cebolla bien picadita, en una sartén.
Ahora podemos mezclar las verduras convertidas en puré, la cebolla bien doradita, la pimienta y la sal.
Ahora iremos tomando porciones de esta masa (dos cucharadas soperas cada vez) para ir obteniendo las croquetas.
Cada una de las croquetas de zanahoria la pasaremos por huevo (batido) y por pan rallado.
Las freiremos con abundante aceite bien caliente (no debe nunca de humear) ya que así absorben menos aceite y por otra parte no se rompen tanto.
Al sacarlas las pondremos encima de un papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
Nuestro consejo
Hemos de tener en cuenta que estas croquetas resultarán un poco dulzonas (aunque les pongamos sal) por lo que suelen ir muy para producir un buen contraste con otros platos.

Podemos acompañarlas de una ensalada que aliñaremos con aceite y vinagre (sabor ácido); aceitunas (sabor salado) y un poquito de chile (sabor picante).
Pueden servirse también como aperitivo. Entonces las haremos más pequeñitas.
En invierno se servirán recién hechas y en verano, en cambio, se pueden servir frías.

En caso de que quisiéramos darle un sabor más intenso podríamos utilizar varias cucharadas de algún queso rallado de sabor intenso (tipo manchego, roquefort, cabra, etc.)

chiste

Una persona va a una pajareria a comprarse un perro.
- Por favor, ¿este perro tiene pedigri?
- Por supuesto.
- Y ¿es inteligente?
- Ya le digo, dentro de una semana le habra enseñado a ladrar a toda su familia.
- Y ¿es fiel?
- Huy, ese es su punto fuerte; lo he vendido veinte veces y siempre ha vuelto conmigo.

el alacran


El Alacrán


Un maestro oriental que vio cómo un alacrán se estaba ahogando, decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el alacrán lo picó.

Por la reacción al dolor, el maestro lo soltó, y el animal cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose. El maestro intentó sacarlo otra vez, y otra vez el alacrán lo picó. Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo:

"Perdone, ¡pero usted es terco! ¿No entiende que cada vez que intente sacarlo del agua lo picará?". El maestro respondió:

"La naturaleza del alacrán es picar, y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar". Y entonces, ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida.

No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma precauciones. Algunos persiguen la felicidad; otros la crean. Tenlo presente siempre.