18 de septiembre de 2009

¿Soy una buena amante para mi pareja?






¿Soy una buena amante para mi pareja?
© 14 de Agosto, 2009, Autor: Edith Cervera Ramìrez

Muchas veces las mujeres pensamos que con amar es suficiente, que con entregar nuestro corazón y sentimientos es suficiente…

Sin embargo con el paso del tiempo nos damos cuenta de que se van agotando los deseos de entregarnos sexualmente, nos cuesta hacer el amor entregándonos plenamente, y acabamos haciéndolo simplemente porque el cuerpo así lo desea, porque nuestra pareja lo pide, y por cumplir con uno más de nuestros deberes de esposa, al igual que también tenemos que lavar, planchar o preparar la comida aún cuando no nos apetece.






Tal parece que se nos olvidaron aquéllos días en que éramos novias y nos escapábamos con el novio para besuquearnos, para acariciarnos, para quedar con el deseo en la piel porque nuestros principios o moral no nos permitía entregarnos al ser amado. Y qué pasaba cuando nos dejaba en casa y se marchaba el novio, nos quedábamos con ese deseo latente en la piel y sobre todo, deseábamos con toda el alma quedarnos a su lado para seguir el juego amoroso.

No nos faltaban detalles lindos para tenerles enamorados de nosotras, sin embargo, en el presente, olvidamos qué fue lo que nos hizo casarnos con ese caballero de nuestros sueños o qué nos hizo irnos a vivir con él, porque ahora en este presente, ya no es lo mismo, le tienes ahí a tu disposición el tiempo en tus noches, en tus amaneceres, en tu vida cotidiana y simplemente se te vuelve rutina la relación.

Hace falta reavivar esa pasión, hace falta el convertirnos en amantes de nuestros seres amados, volverlos locos de deseo al mirarnos y que cuando estén fuera de casa piensen que en su hogar está una mujer enamorada que le espera con ansias y deseos, una mujer seductora que se ha convertido en su amante permanente, sin darle tiempo a pensar en nadie más que en ella.

¿Y qué hace falta para ser una buena amante?

Navegando por internet encontré el título de un libro llamado Koka Shastra, este libro fue escrito en el siglo XII por el poeta y trovador Kokkoka, pero la última versión fue escrita por Julie Egli, mismo que fue lanzado al público en días pasados. En este libro encontrarán los diferentes tipos de mujeres y la reacción ante el sexo en el estilo de cada una de ellas, un libro que muchas veces nos asustaría por su contenido, pero si lo vemos con amplio criterio nos ayuda a ser unas buenas amantes para nuestras parejas.

Sabemos que a veces la infidelidad del hombre se lleva a cabo porque en casa no se siente satisfecho en cuanto al sexo con su mujer, no en todos casos, pero si nos pusiéramos a meditar al respecto, sobre el porqué nuestro hombre tendría que buscar en la calle lo que nosotras mismas podemos darle. Por ello debemos disfrutar el momento, afianzar la pasión entre los dos y vivir realmente el amor de pareja. Es importante que cuando llegue a casa nos encuentre bellas, que nos deseen con sólo mirarnos, que sepa que con nosotras encontrará un sin fin de travesuras para compartir, un sin fin de momentos locos en los que solamente existirá la pasión entre los dos… ¡Qué bello el poder compartir con nuestra pareja sin inhibiciones y sin tabúes todo lo relacionado con el sexo!

Para qué esperar que llegue otra mujer y le dé todo lo que nosotras podemos darle… el amar no sólo es decir frases bonitas, el amar no sólo es tenerle la mesa servida, el amar es entrega en su totalidad en todas las facetas de la vida, en todos los momentos, y más aún en la cama en donde finalmente se construyen las ideas y se logra tener al esposo satisfecho y sumiso para poder tenerle a nuestro lado y entablar diálogos y diferentes cosas que muchas veces no podemos sacar a relucir porque el humor al sentirse rechazado o insatisfecho no lo tiene tan bueno…

El ser buena amante, tanto a nosotras como a los hombres, nos hace caminar felices por la vida. Una buena esposa amante les hace nacer el deseo de construir un mundo bello para su mujer, esa amante-esposa y amiga que tiene en su hogar y que sabe tendrá que proteger y cuidar para tenerle siempre feliz.

Un tema algo controvertido quizás, sin tapujos, sin inhibiciones, sólo con el simple afán de que cada mujer se encuentre a sí misma y sepa que el ser mujer amante es maravilloso, te hace sentir plena y satisfecha y eso amigas, se trasluce en el rostro, porque la felicidad rejuvenece al ser y le hace caminar con la sonrisa plena de saberse una persona feliz

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