16 de enero de 2010



Kabbalah Galáctica
Mucho antes de la invención del telescopio, Avraham el Patriarca sabía que había diez planetas en nuestra zona del espacio, aun cuando a simple vista, los tres planetas exteriores eran totalmente invisibles. De hecho, esos tres planetas no fueron detectados en varios miles de años. Avraham también sabía cuánto tiempo tardaba el planeta más lejano en dar la vuelta al Sol -248 años- 4.000 años antes de que este planeta fuera descubierto. Avraham anotó esos conocimientos en su Libro de la Formación, que contiene la semilla de todo el conocimiento astronómico posterior, así como el de la sabiduría kabbalística.La obra más extensa y detallada de Kabbalah es El Zóhar, o Libro del Esplendor, escrito por Rav Shimón bar Yojái, alrededor del año 200 d.C. Basado en el Libro de la Formación, El Zóhar incluye una gran cantidad de comentarios bíblicos y conceptos espirituales, así como ideas clave acerca de las influencias planetarias y la forma en que éstas influyen en nuestras vidas.El Libro de la Formación y El Zóhar son los fundamentos del conocimiento kabbalístico y nada en ellos está en desacuerdo con los hallazgos de la ciencia moderna. De hecho, ¡muchos conceptos de ambos libros no fueron descubiertos por la ciencia hasta miles de años después!Todas las disciplinas científicas y espirituales buscan descubrir las verdades básicas acerca del mundo y nuestro lugar en él. La ciencia -física, astronomía y medicina- examina el mundo que podemos oír, ver y tocar. Las disciplinas espirituales -religión, meditación y astrología- estudian el mundo que va más allá de lo físico. Usualmente, las dos disciplinas procuran mantenerse alejadas una de la otra, pero ambas tratan de ofrecer conocimientos que nos permitan sentarnos en una sala a discutir sobre la realidad.Pero la realidad, tanto espiritual como científica, resulta bastante escurridiza. Todos creemos saber de qué se trata, pero mientras más de cerca tratamos de verla, menos clara parece. Y es que en los últimos cien años la ciencia ha descubierto que la manera en que observamos las cosas es quizá más importante que lo que observamos, y que nuestras expectativas sean quizá el factor más importante para determinar lo que encontraremos.La Kabbalah considera que los mundos espiritual y físico son igualmente dignos de investigación y análisis, y reconoce que no sólo no están aislados el uno del otro, sino que además existen lazos muy sólidos y necesarios entre ellos. La Kabbalah identifica el vínculo entre los mundos espiritual y físico –el Mundo Superior y el Inferior- como el Deseo de Recibir, y el ser humano es el más alto exponente de ese deseo. En otras palabras, la humanidad es un puente entre el reino físico y el espiritual.

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